martes, 18 de enero de 2011

Malescrito

Cuando el solemne canto de la resistencia se almacena en el interno de tu verguenza,
y adelante es lo que viene y lo que sigue, el alma se empolva de un humo pesado y negro, que desborda y apreta en las costillas.
Sin la desilución deportada al filo de mi incisivo, con la mandibula apretada (sin rechine de dientes)
concentrado en lo esfimero, desencadeno uno por uno mis movimientos de mamifero.
el secreto que protegen tus muslos apretados, es casi siempre descubierto por la inteligencia instintiva de lo transmagico.
Naturalidad demolida por los gigantes mounstros del que poco tiene de libro y poco de cara.
La razón se encontrará con la emoción en un punto de la historia.
yo estoy listo.

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